Aparte del correcto uso del material de seguridad para hacer vías ferratas, hay que tener en cuenta otras circunstancias no menos importantes que el propio material.
Es fundamental saber que aunque los mosquetones tienen una alta resistencia a la fuerza que se ejerce sobre ellos, también sufren de cierta fragilidad en los golpes bruscos o en los choques con otros metales, por eso nunca hay que enganchar un mosquetón a otro para evitar que puedan romperse. Un mosquetón resiste mucho más un golpe si está enganchado a material textil que si se engancha a metal. De todos modos no hay que olvidar que los mosquetones de los disipadores (marcados con una K) siempre tienen suficiente resistencia a los golpes de metal contra metal. En cuanto a los disipadores de energía, es importante saber que no sólo tienen la misión de disminuir el golpe que podamos sufrir las personas en una caída, sino que también amortiguan el golpe que sufren los propios mosquetones, el material textil del disipador y el arnés, garantizándonos que nada se rompa.
Otra cosa importante es la distancia que tiene que haber entre las personas que están haciendo juntas una vía ferrata. El cable de vida que discurre junto a las vías ferratas está clavado en la roca en tramos de unos tres metros, lo que significa que si una persona se cae cuando los mosquetones están próximos al final de un tramo en su parte más alta, tendrá una caída de tres metros, a lo que hay que añadir lo que se extienda el disipador, y esto significa que si alguien está por debajo, en su mismo tramo e incluso en el tramo siguiente, será arrastrado por la persona que se ha caído, por esa razón es muy conveniente dejar al menos un tramo libre entre las personas que están haciendo la vía ferrata.
(EN CONSTRUCCIÓN)
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